Sobre la crítica a los textos de Félix Rodrigo Mora


Leo en los últimos tiempos diversos textos críticos con la obra de Félix Rodrigo Mora, algo que me parece normal, sano y necesario, en principio, y que refleja que las ideas que Félix expresa encienden, cuando menos, algún tipo de reflexión y reacción. Siempre que leo algo, más cuando proviene de personas que presupongo con una cierta afinidad de ideas, de ética y de objetivos, doy por hecho la buena voluntad que encierra, aun cuando no conozco personalmente a la persona detrás de las líneas. Así lo siento en los textos de Félix, confirmado por el conocimiento, aunque reciente y sin el suficiente tiempo para asentarlo sobre una experiencia más amplia, que de él he podido tener. Así lo creo a priori en cuanto a los textos críticos dedicados a este autor. Sin embargo, tras leer el último a través de alasbarricadas, firmado por Julio Reyero bajo el título “Sobre la dialéctica cripto-reaccionaria – Crítica al artículo “De la intervención política””, me han venido ciertas ideas que quería modestamente compartir sobre el tema.

Tuve noticia de Félix hace un par de años, al adquirir desde Chile, a través de lxs compañerxs de Maldecap, un librito suyo titulado Crisis y utopía en el siglo XXI. Me pareció interesante, y solicité la posibilidad de contar con el texto en pdf para que una pequeña y naciente editorial autogestionada chilena que desgraciadamente falleció antes de tiempo, Caballitos de Troya -no, no son los mismos a los que Julio hace referencia-, pudiera, si le interesaba, editarlo para esa región del mundo. Esto me puso en contacto directo con el autor, contacto que se ha mantenido en el tiempo hasta el presente, y me acercó al resto de su obra. Sinceramente, sus textos, aún con interpretaciones y un tono que no comparto, me parecieron de los aportes más concienzudos e interesantes que he podido leer en estos recientes años, y parece obvio que las palabras de Félix no dejan indiferente a nadie. Tengo amigos que, no compartiendo en casi nada sus ideas, agradecen cuando cae un libro suyo en sus manos por el simple placer que les reporta su prosa. El empeño que Félix pone en sus obras me parece innegable, y el hecho de replantearme con su lectura no pocas de mis presuntas certezas tiene de por sí un valor que agradezco. Según afirma, cuando se plantea una labor de investigación sobre un tema intenta no partir de apriorismos e ideas preconcebidas e ir amoldando sus conclusiones a lo que la documentación y el estudio le van marcando. Creo que es la forma más sana, aunque nada fácil, de abordar un trabajo que pretenda indagar en la verdad y no confirmar las ideas que desde la elección del tema deseábamos constatar o reforzar.

Para mí, un placer añadido ha sido encontrármelo y poder charlar cara a cara. En estos encuentros, quizá lo que más me ha chocado ha sido, frente a ese lenguaje agresivo y de apariencia maximalista, que considero que no favorece la interpretación de sus ideas -y que de hecho puede empujar a la hostilidad-, la afabilidad, flexibilidad y apertura que muestra en el diálogo personal. Así, he comprobado que en el tú a tú es más amigo de escuchar con atención todo lo que la otra persona quiera compartir que de conducir él mismo la conversación por alguna senda concreta. De este modo, es capaz de congeniar desde el primer encuentro con una feminista militante y escuchar con genuino interés todo lo que ella quiera contarle sobre, por ejemplo, el yoga y la espiritualidad, con personas preocupadas por la educación y las diversas líneas pedagógicas, o con jóvenes punk en un gaztetxe, de igual a igual y con rara humildad.

Dicho esto, en general, siento que las críticas corren siempre, cuando mínimo, dos riesgos, algo que conozco por propia experiencia, por estar tanto a un lado como al otro de ella y cometer yo también errores de este tipo. El primero aparece cuando quien critica no conoce personalmente de nada al/a la criticadx. En este caso, es fácil que se opere con apriorismos, con ideas preconcebidas, intentando hacer encajar la figura o las ideas criticadas en un esquema ya formado en unx mismx, imaginando que esa otra persona se acerca a tal o cual etiqueta o modo de pensar que denostamos, pudiendo desviarse así la crítica, no a lo que la persona criticada realmente ha expresado, sino a aquellas ideas que sentimos como hostiles y creemos haber detectado en ella. El segundo aparece cuando quien critica conoce o cree conocer bien a la persona criticada, sobre todo cuando ha compartido largas experiencias. En este caso, es fácil deslizarse hacia la crítica personal, relegando a las propias ideas, anteponiendo a los textos que se pretende criticar las experiencias, rencillas o desavenencias personales tenidas con el/la autor/a.

Sintiendo que toda crítica, como he dicho, es un aporte bienintencionado, y que quien la hace pretende corregir los errores que percibe o alertar de los riesgos que entrevé en los textos criticados, tengo la sensación de que en algunos de los textos que he leído contra las ideas y ensayos de Félix, o contra él personalmente, sucede algo parecido a lo que, a mi parecer, le ocurre al propio Félix con algunos de los autores que él mismo ataca. Comenzaré por esta segunda parte, para que se capte mejor lo que quiero comentar sobre las críticas realizadas a los textos de Félix.

Al leer los libros de Félix, me ha llamado la atención el descarnado ataque que dirige a algunos autores, especialmente a Nietzsche y a Stirner. Como primer y sano ejercicio, esto me ha llevado a replantearme la interpretación que yo mismo hago de tales autores, o, en otro orden de cosas, de otros como Kropotkin. Recordando mis lecturas o leyendo con las palabras de Félix presentes a alguno de ellos, sentía que, efectivamente, en ciertos momentos yo también percibía los riesgos que algunas frases o planteamientos pueden suponer, al quedarse sólo con esa parte sin entrar en la comprensión total y, sobre todo, en las propuestas finales o ideas reales que contextualizan esos pasajes. Es cierto que Nietzsche ha servido de inspiración al III Reich, pero no es menos cierto, como Julio Reyero señala, que en su conjunto las ideas de Nietzsche significan un demoledor ataque a toda estructura estatal y una defensa a ultranza de la libertad individual, además de un desprecio feroz de lo ario que hace preguntarse cómo pudo significar tanto para quienes basaban su discurso en la supremacía de esta raza. Así, al menos, lo entiendo yo, que quizá no comprenda mucho. Con Stirner, su lectura me lleva a mi primer anarquismo, en mi adolescencia, cuando mis ideas brotaban de mi propio instinto sin detenerme en lecturas o interpretaciones ajenas, dejándome guiar solamente por mi propia interpretación de la realidad y mis propios anhelos de libertad total y recelando de toda pretensión organizativa y grupal. Algunas de sus páginas más parecen, sinceramente, fáciles de malinterpretar y de llevar a un individualismo rayano en el fascismo, pero el antídoto contra estas interpretaciones lo pone el propio Stirner al definir su propuesta de la organización que él ve como posible y deseable, desde el reconocimiento de la otra persona como individualidad y la asociación de individuos libres por pura afinidad -a asociación de egoístas-. Esta parte propositiva es la que realmente aclara la intencionalidad de Stirner, que difícilmente, por tanto, puede a mi juicio tacharse de fascista, aunque convertida en dogma puede ser la base de una peligrosa intransigencia con cualquier otra visión social o comunitaria. Es, a mi entender, la falta de esta visión completa, el miedo a esos pasajes intermedios que a mí en ocasiones también me chirrían, lo que le resta a Félix una mayor magnanimidad al interpretar estos autores y lo llevan a una desconfianza total hacia ellos.

Algo similar sucede, a mi juicio, en algunas de las críticas vertidas a los textos de Félix. Sin una visión completa del contexto y la intencionalidad de sus obras, resultan, o así lo veo yo, parciales e injustas. Más aún tratarlo directamente como caballo de Troya del anarquismo, como si se lo quisiera señalar como a un peligroso enemigo. Entiendo que en un primer momento a más de unx le salten las alarmas al leer algunas de sus frases. A mí mismo me sucede -igual que me ocurre, como he dicho, al llegar a ciertos puntos de Nietzsche o de Stirner-, y su estilo escrito agresivo y sus ecos moralistas me distancian de sus textos en no pocas ocasiones, algo que se matiza según profundizo en sus ideas, avanzo y llego a entrever adonde quiere realmente llegar, más aún después de conocer a la persona tras el papel y la tinta.

Para adentrarme en esta parte me parece importante aclarar un punto: hasta donde yo sé, Félix jamás se ha declarado como anarquista, y más bien suele considerar que su fuente principal es otra tradición, la de la propia cultura popular, más allá de los distintos “ismos”. Por tanto, difícilmente se puede pretender que sus postulados se ciñan a una ortodoxia anarquista, y resulta errado enjuiciarlo enteramente desde esta óptica.

Sin embargo, y aunque él nunca se refiera a sus propuestas como anarquistas, al leer su obra y sobre todo analizar su parte más propositiva y constructiva, la organización social que esboza, basada en la libre adhesión federativa de asambleas populares soberanas -omnisoberanas, como él las llama-, organizadas para la decisión común de todos los asuntos que les atañan, con rechazo frontal al capitalismo y al Estado y una reiterada reivindicación de la libertad como característica definitoria de lo humano, no puedo sino ver en él un anarquista o, si se prefiere, un libertario no confeso.

A la hora de hacer algunas críticas, entreveo en ellas un anarquismo ortodoxo que espera que todo encaje (incluso las teorías de quien, como Félix, no se define como tal) según una única visión del anarquismo. Así, parece olvidarse que la crítica radical a la ciudad, a la tecnología, al industrialismo, a la esclavitud del trabajo asalariado, al liberalismo ilustrado… han acompañado siempre al anarquismo, que cuenta con toda una suerte de tendencias convergentes en unos puntos y divergentes en otros. No creo que sea necesaria una lista que encasille todas estas corrientes dinámicas y en continua evolución -o así debiera ser, al menos-. Por supuesto, no han ido tan de la mano de su visión más obrerista, ya que también es cierto que en diversxs autorxs, como en las principales corrientes socialistas, existió en su momento una fe ciega en que la tecnología libraría al ser humano de las tareas más pesadas, convirtiendo a los robots en los nuevos esclavos, algo que dos siglos de industrialización y tecnologización depredadora debieran ser suficientes para comprobar falso, al borde del colapso ecológico y civilizacional en que estamos.

Así, se le achaca a Félix algo tan, aparentemente, poco anarquista como creer en un idílico mundo agrícola que, al parecer, nunca existió. Es curioso que autores que se han dedicado a la investigación histórica o antropológica de las prácticas horizontales, que podríamos definir como cercanas a lo libertario, en distintas sociedades y periodos históricos coincidan en afirmar la existencia pasada (y presente) de comunidades mucho más libres e igualitarias, todas ellas fundamentalmente agrarias. Es curioso que el propio Kropotkin, no digamos Tolstoi, escribiera con admiración sobre las costumbres del campesinado ruso, en una visión de éste que, junto con su preocupación por el desarrollo ético, artístico y espiritual del ser humano libre, seguramente lo acerca más a Félix de lo que él mismo tal vez cree, y que fuera este contacto con la “servidumbre” campesina uno de los hechos que lo acercó a abrazar las ideas anarquistas. Qué decir de la pasión de Thoreau por la vida natural y salvaje, si bien este autor, aún con su repudio por el Estado, no se considere estrictamente anarquista. Podemos olvidar, si queremos, la conexión que el zapatismo pasado y actual tienen con la vida rural indígena y la importancia que los hermanos Flores Magón dieron a la participación campesina en la revolución. De modo que, lejos de Arcadias felices, no parece que esta mirada de Félix hacia lo rural sea tan descabellada. Parece innegable, salvo que hagamos nuestra la historiografía oficial liberal, que los diversos Estados constitucionales “democráticos” se han afanado en desarticular totalmente cualquier vestigio de sociedad campesina y se han esforzado por estigmatizar al campesinado como atrasado e inculto, borrando su memoria histórica y su legado cultural de cualquier publicación “progresista” y “moderna”. La Unión Europea se ha encargado de escribir el último requiem con sus “ayudas” al campo, es decir, con la invariable política de impulsar las grandes propiedades y el monocultivo e imposibilitar cualquier atisbo de progreso o supervivencia de lxs pequeñxs productorxs. Parece que el campo y sus raíces convivenciales asusta (ya parecía asustar al primer marxismo, empeñado programáticamente en terminar de proletarizar el campo, estructurándolo en “ejércitos de trabajadores” del campo).

Por otro lado, respecto a esas acusaciones que se hacen de la visión idílica sobre la ruralidad, parece que, como le sucede quizá a Félix al interpretar parcialmente los dichos por Nietzsche, Stirner o Kropotkin, quienes lo critican olvidan con qué reiteración Félix recuerda las falencias y debilidades de las organizaciones comunales campesinas y de sus concejos abiertos, llamando, no a una vuelta al pasado, sino a una superación de sus carencias en una construcción que beba de ese pasado para repensar el presente y proyectar el futuro. Cualquier persona que haya vivido los últimos coletazos de la vida rural entenderá el tesoro que la “modernidad” y el “progreso” están enterrando y conectaran fácilmente con el mundo que Félix describe -no se si hoy en día puede haber algo más reaccionario que, a coro con los discursos estatales, capitalistas y neoliberales, como hiciera y aún hace el “socialismo real”, todos ellos de la mano, ensalzar el “progreso”, lo urbano y lo industrial en el sentido que hoy padecemos y que está a punto de sepultarnos a todxs, siempre por el bien del país y de su perpetuo crecimiento creador de “riqueza” y “bienestar”; imagino que no es ése el concepto de progreso que proclaman los autores de las críticas-.

Otra de las acusaciones se refiere a una aparente misoginia de Félix. Parece ser que sus críticas al feminismo de Estado o institucional son vistas como un ataque directo a la mujer. De nuevo, por una parte, parece no tenerse en cuenta que fueron feministas anarquistas las que ya a principios del s. XX hacían acusaciones parecidas a cierto tipo de feminismo burgués, y consideraban la proletarización de la mujer como una nueva cadena a añadir a las que ya entonces les pesaban. No son pocas las líneas de pensamiento anarquista que hacen una crítica radical de lo que este feminismo institucional ha supuesto realmente. Como brillante ejemplo, que coincide en lo básico con la mirada que Félix ofrece sobre el feminismo, es muy recomendable la lectura de Prado Esteban Diezma, co-directora de la revista Estudios, ligada a la CNT, y en especial los textos “Pensar la mujer desde el 15-M” y “Una nueva reflexión a 15 de octubre”, incluidos en el libro Pensar el 15M y otros textos. La máxima que Prado dirige al autoproclamado movimiento feminista es bien significativa: “no nos representan”. ¿Resultará que esta luchadora es también misógina? Aunque no voy a expresar mejor que ella el carácter machista, paternalista y patriarcal de ese feminismo, por mi parte, quisiera preguntarme en voz alta si supuso un avance en la emancipación de la mujer la existencia de reinas en el Antiguo Régimen; si en algo ha cambiado la configuración del Estado o lo ha democratizado el sufragio universal, más aún desde el punto de vista de quienes renegamos del voto y de la pantomima electoral; si es un avance humanizador la incorporación de mujeres al detestable ejército, a la judicatura o a la policía; si la presencia de mujeres accionistas o partícipes en las juntas directivas de las grandes empresas les ha restado a éstas un ápice de su carácter capitalista, imperialista y explotador; si la existencia de primeras ministras o presindetas, como Margaret Thatcher, ha sido un aporte para la igualdad de géneros o la “feminización” de sus gobiernos; si las leyes contra la violencia de género han hecho disminuir en algo la detestable violencia machista -los datos anuales en progresión creciente parecen negarlo tajantemente, y al autor de Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larson, parece que le costó la vida destapar esta realidad en el modélico e igualitario Estado socialdemócrata sueco-…; por mencionar algunos puntos. O si más bien no han llevado a que muchas mujeres naturalicen como buenas y deseables estructuras de poder patriarcales, asumiendo ellas mismas esa visión patriarcal y masculina del Estado, el Capital y sus distintas instituciones. Junto a esto, de nuevo, siento que en las críticas se olvida, o quizá no se haya leído, que el propio Félix continuamente execra la violencia machista como una lacra a eliminar. Sin embargo, argumenta, y creo que no le falta razón, que el paternalismo con que el Estado trata a la mujer no tiende a igualarla o a emanciparla, sino a perpetuar su dominación como objeto y no como sujeto, que debe recibir el amparo de éste -como antes debía recibirlo del marido-, creando por añadidura un enfrentamiento latente entre sexos que es sumamente rentable al poder. Ante ello, intuyo, Félix aboga por la auto-organización y la actividad no institucional para que los cambios sean reales, profundos, interiorizados, emanados de la propia sociedad, y no simplemente estéticos y tranquilizadores de las conciencias, como si la sanción de una ley creara una realidad. Tal vez descubramos ahora que hay anarquistas que, de la mano del Estado, piensan que la solución para tales males es la proliferación de los delitos sancionados por ley y de las cárceles, ahora convertidas en macro, para albergar a una creciente población reclusa, la mayor por habitante de toda Europa, pese a la menor tasa de criminalidad. La solución coercitiva, vertical e individual en lugar de la solución ética, horizontal y social. (Una reflexión más amplia sobre este tema)

Creo que otro tanto puede decirse en cuanto al “problema” con la melanina. Esta cuestión ya ha sido tratada por autores anarquistas clásicos -hablo de memoria y puedo equivocarme, pero diría que Bakunin o Proudhon lo hicieron-, que consideraban que la Guerra de Secesión estadounidense no se produjo por un genuino deseo de igualdad y reparación de los generosos habitantes blancos del norte, sino por una necesidad de mercado, del capitalismo yankee, de incorporar toda esa mano de obra esclavizada en los campos del sur a una nueva suerte de esclavitud en las industrias del norte. Del mismo modo, la candidatura de Obama, que se vendió por cierta izquierda como un gran paso en la historia por el simple hecho de la cantidad de melanina atesorada por éste, no parece haber significado grandes mejoras en las actividades bélicas de Estados Unidos -desde un punto de vista humanitario, me refiero, ya que la eficacia de la geopolítica estadounidense parece fuera de toda duda…-, ni siquiera en la igualación real en derechos de las minorías (cada vez menos minoritarias) étnicas de dicho país. Cabe recordar que, cuando se “modernizó” el ejército español, dando el paso que el Estado necesitaba e invisibilizando de esta forma el discurso antimilitarista más allá de la obligatoriedad del servicio militar, el gobierno tuvo que ofrecer a lxs hasta entonces “indeseables inmigrantes” el ejército como vía de regularización de su situación, ante el escaso apego al uniforme de la población “autóctona”. No hay mejor forma de crear adeptxs a las leyes del Estado que conferir supuestos “beneficios” a los colectivos sistemáticamente relegados y discriminados, cuya situación global, sin embargo, no varía demasiado. Así, cuando el Estado o el Capital necesitan mayor legitimidad o sienten que la fe en ellos decae, se puede permitir, para su propia gloria, “repartir” derechos: incorporar a la mujer como productora y consumidora; engrosar las filas del enflaquecido ejército con mujeres, minorías raciales y homosexuales vendiéndolo como una “democratización” de esta perniciosa institución; abrir mercados específicos con su propio estilo de publicidad para estos colectivos; admitir otras formas de unión o matrimonio si se pretende atraer las relaciones que escapaban a la administración de estos grupos antes excluidos -y con ello el voto-, e incluirlos en el esquema tributario oportuno, o si entre las parejas heterosexuales el gusto por las relaciones legalmente sancionadas comienza a flojear…; e incluso darles el voto, si con eso se legitima el poder emanado de las urnas y se consigue nuevos adeptos al Estado. Darles cargos de poder es la última y más eficaz forma de someter a cualquiera de estos colectivos y convertirlo en fiel aliado, como bien se ha visto con la clase asalariada. Criticar y hacer ver todo esto, como me parece que intenta hacer Félix y como han hecho otrxs muchxs autorxs netamente anarquistas, no supone, en mi opinión, mostrarse misógino, racista u homófobo, como criticar el voto, la militarización, la esclavitud asalariada, el autoritarismo o el adoctrinamiento escolar del hombre no ha significado nunca, al menos hasta hoy, misoandria o androfobia. De hecho, creo que a nadie que sea capaz de hacer esas críticas le impide, en la práctica, apoyar todas esas reivindicaciones, aunque no crea que supongan una genuina transformación hacia una igualdad real y sentida por la población; menos aún una emancipación. En mi caso, y más aún después de pasar por ese error, no creo en el matrimonio y no deseo la existencia de registros de nadie, ni como pareja ni como individualidad, pero, por solidaridad, apoyo y apoyaré cuando amigxs homosexuales reivindican para ellxs dicho “derecho”, igual que a las mujeres que creen erróneamente que llevar las mismas cadenas que el hombre las liberan. Que las igualan, no cabe duda, pero ¿no es más adecuado igualarse en la libertad y no en la esclavitud? Me parece percibir la misma actitud en Félix, aunque ciertamente leer algunas de sus afirmaciones fuera del contexto global y sin llegar a aquéllas que las matizan, a unx le chirría en más de una ocasión y le pone en guardia. Sin embargo, parece que con menos dureza se trata el abierto y difícilmente excusable machismo de Proudhon, o las tendencias antisemitas o antigermánicas de pensadores como Bakunin o Kropotkin, por citar algunas taras de estos enormes pensadores. En estos casos, da la impresión de que sabemos separar lo agudo y acertado de sus reflexiones sobre la propiedad privada, el Estado, Dios, la ayuda mutua…, de las tendencias personales que no compartimos. Más aún cuando esas tendencias parecen, según percibo, más ciertas y sin matices que las que a Félix algunos achacan.

Siguiendo con el listado de críticas, parece que resulta también censurable para lagunxs la crítica radical que Félix realiza sobre la interpretación oficialista de lo que la Constitución de Cádiz o la I. y II. República significaron. Creo que a estas alturas es difícil defender dichos eventos como avances hacia la emancipación de nadie. La Constitución de Cádiz y el proceso que ésta desencadenó significaron, efectivamente, el comienzo del fin de toda una cultura popular, la base ideológica para la privatización de todo atisbo de propiedad comunal, el éxodo masivo del campo a la ciudad y la consecuente proletarización, así como el intento más furibundo de asimilación cultural, idiomática e identitaria de toda comunidad no castellana, mientras se reinterpretaba el propio significado de lo castellano a la luz de una cultura ilustrada y urbana, elitista, enemiga de la propia cultura popular castellana, salvo como vestigio folclórico. No sé si hay mucho rescatable, por tanto, de lo que la “revolución” liberal significó. Algo muy similar a lo sucedido el siglo anterior en Francia, proceso consumado por el imperialismo napoleónico, que trajo la asimilación de toda una serie de culturas que nada tenían hasta entonces de francesas, salvo el estar sometidas a una misma corona, bajo un régimen de autonomía mucho mayor que el consentido por la totalitaria constitución ilustrada francesa. Para lxs vascxs, desde luego, nada de nada, empezando por la conceptualización tristemente burguesa y liberal de la Euskadi que el naciente nacionalismo vasco, como oposición al nacionalismo castellano, llevó a cabo -por más que para lograr el apoyo popular se aproximara en su discurso más a la otra cara de la misma moneda, el carlismo-, pretendiendo más una réplica de los Estados liberales circundantes, el español y el francés, que una vía propia realmente emancipadora. En esta crítica parcial que se hace del ataque que Félix realiza al constitucionalismo español y a las dos repúblicas, parece raro que un anarquista olvide que en todo momento Félix denuncia que el franquismo y la actual democracia, sin menospreciar el horror que el primero supuso, han sido, más allá de las formas externas de gobierno y de quiénes sufrieran con uno u otro la represión en mayor o menor intensidad, una continuación del mismo proyecto, sin ningún cambio en profundidad en lo que el programa liberal pretendía: una España única, indivisible, capitalista y “moderna”, a la altura de los Estados “fuertes” de Europa. Que a mediados del s. XIX hubiera anarquistas que aún creyeran que en las ideas ilustradas y en el resultado de la Revolución Francesa había una semilla de liberación es comprensible, pero me parece más increíble que a día de hoy, vista la herencia que el fortalecido Estado burgués instaurado por ella nos ha dejado, se pueda rescatar mucho de aquel enorme engaño a la clase popular, utilizada como carne de cañón por las cabezas pensantes.

Tal vez sea, efectivamente, una laguna importante no denunciar con la misma fuerza que al Estado y al Capital el papel jugado por el clero y la Iglesia Católica. En cualquier caso, la historia parece también demostrar que el presunto anticlericalismo liberal era de pega y la radicalidad discursiva contra la Iglesia tan solo buscaba el apego popular y disfrazar con él medidas como la privatización total de la tierra, su acumulación en pocas manos, mecanización e industrialización vía desamortización. Me parece que los datos que aporta Félix al respecto en varias de sus obras no son desdeñables. Hoy en día la izquierda oficial y lxs herederxs del liberalismo de antaño -enraizados en la derecha más cavernaria muchxs de ellxs- parecen no dar mucha importancia al anticlericalismo, salvo, lxs primerxs, para rascar algunos votos y mostrar una cierta diferenciación respecto de la derecha oficial. No es de extrañar, viendo también el apego que unánimemente muestran hacia la Corona. Tal vez el error esté en interpretar que la Iglesia Católica actual, como la propia Corona, tiene menos peso real en las decisiones que afectan a toda la sociedad de lo que realmente, por desgracia, aún les corresponde. Soy de la opinión de que ambas instituciones son igual de execrables hoy que hace quinientos años.

Respecto a las críticas que Félix hace de la escuela racional y lo que supuso, no coincido mucho con parte de su visión, aunque entiendo que Félix percibe la educación, tanto religiosa como laica, impuesta desde arriba y universalizada, como una imposición, y no como opción; como una peligrosa vía para el adcotrinamiento desde la infancia y la castración de la libertad. De ahí a pensar que Félix desearía un pueblo analfabeto y sin capacidad de autoeducarse hay un salto muy grande, en mi opinión. No son pocos los textos anarquistas que hacen una crítica radical de todo sistema educativo, y aunque la escuela racional de Ferrer pueda ser reconocida como un sincero esfuerzo de crear una educación emancipadora y libre, científica y racional, me parece también, como debiera ser todo en el anarquismo, abierta a la crítica.

En último lugar, cabría mencionar los ataques que se le dedican por su moralismo y por su crítica al alcoholismo -que no al alcohol- y a la drogadicción. Personalmente, es probablemente en esa sensación que da -interpreto que por una búsqueda de equilibrio, ante la actual tendencia hegemónica del goce y la felicidad como objetivos principales y obligatorios de todo ser humano que parece que tanto el capitalismo como las más aceptadas visiones revolucionarias vigentes quieren imponer como irrenunciables- de desear una ética general de la entrega y la lucha dando la espalda a la felicidad personal, desde unos planteamientos de apariencia, a mi juicio, excesivamente moralizante, en lo que más distante me siento. Creo en la libertad de opción -sospecho que en el fondo igualmente lo cree Félix-, y por tanto pienso que la sociedad tiene que darnos la libertad de elegir según nuestro temperamento los principios éticos por los que nos movemos, si deseamos buscar la felicidad o el sacrificio, el goce o el esfuerzo. De hecho, ni siquiera veo tales conceptos como opuestos, sino como compatibles y alternantes según el momento puntual de nuestra vida. En cuanto a su rechazo del alcoholismo, no identificable con un rechazo del alcohol, puesto que sé por experiencia que Félix acepta de buen grado un buen vino para amenizar el paladar o una cerveza para refrescarse, la crítica a este fenómeno ha acompañado siempre a lo más consciente del anarquismo, y las prevenciones de tipo incluso moralista contra el consumo de alcohol, llegando a la prédica abstemia, han ido muy ligadas en especial al discurso anarcosindicalista, conscientes muchxs pensadorxs de los estragos que esta droga provocaba, y provoca, en la clase trabajadora, sufrido con especial dureza y violencia por las mujeres. No olvidemos las tendencias straight edge actuales, vinculadas, como el ecoanarquismo y el anti-especismo, a una visión profunda y radical del anarquismo. Sin embargo, como creo que Félix advierte, vivimos una época en la que, en una aparente reivindicación de la libre elección, se ha hecho largamente desde la izquierda, e incluso desde prácticas anarquistas, una apología del alcohol y las drogas, como si la dependencia a una sustancia -lo mismo podría decirse de otras muchas adicciones, como a la tv o la más reciente a la indispensable “conexión” con el mundo vía Internet- fuera un acto libre de voluntad, una elección, y no, a partir de cierto punto, abandonarnos a un agente externo que decide por nosotrxs. La historia sabe bastante de cómo se doblega desde el poder a clases y pueblos a través de las distintas formas de dependencia. Lxs yankees usaron el “agua de fuego” para debilitar a la población autóctona, igual que se usó y se sigue usando contra los pueblos originarios de América Latina, junto con otras sustancias de menor aceptación social. En Euskal Herriak algo sabemos del uso que la policía española hizo en los 80 de la heroína como elemento de desactivación de una parte de la juventud vasca. De modo que me parece ya algo fuera de tiempo y en contradicción con toda una tradición anarquista, para aquellxs que gustan de las ortodoxias ideológicas, criticar a un autor por la alerta que éste pueda hacer sobre el consumo de una sustancia de consecuencias de sobra conocidas.

Me pregunto, por tanto, si más allá de esos puntos que con tanta dureza son criticados, en mi opinión producto de una lectura consciente o inconscientemente sesgada, y de las acusaciones que se vierten contra los postulados de Félix, se tiene una opinión sobre lo principal, a mi juicio, de los textos de este autor: su propuesta constructiva de una sociedad organizada horizontal y asambleariamente, en base a una democracia directa radical, con respeto por todas las identidades culturales, con una revalorización del legado cultural del campo, crítica con el uso y sobre todo el abuso de la tecnología y el productivismo, y unida en red de forma libremente federada. Me parece que el interés activo y participativo que Félix muestra por procesos como las cooperativas integrales, las asambleas del 15M, la relectura y actualización de conceptos como el concejo abierto -o el batzarre en el caso vasco-, iniciativas como Auzolan en Euskal Herriak…, ayudan a completar hacia dónde se dirige esta crítica suya, en lo retórico posiblemente más radical y enconada que en sus actitudes personales directas, de lo existente y de lo pasado.

Tal vez sea yo el que no ha entendido nada, ni de los textos de Félix, ni de las críticas que se le dedican, pero sentía la necesidad de compartir esta larga reflexión que se ha ido gestando estos días en mi interior. Con todo el respeto hacia todas las opiniones, esperando modestamente que lo aquí dicho enriquezca el debate, y consciente de que mis interpretaciones pueden ser tan erróneas o acertadas como las de cualquier otrx. Si nos consideramos compañerxs de ideas la crítica debe siempre favorecerse y estimularse, sobre todo si se dirige al fortalecimiento de las ideas y de las prácticas. Si en lugar de este sano ejercicio, buscamos inventar enemigxs internxs donde no debiera habarlxs, estaremos dando pasos cuyas consecuencias pueden estar lejos de ser las que se buscaban.

31 Erantzun to “Sobre la crítica a los textos de Félix Rodrigo Mora”

  1. Idazki mamitsua, Axel. Eskerrik asko.

  2. aselluzarraga Says:

    Eskerrik asko zuri! 🙂

  3. Ivan Illich Says:

    Me ha encantado el texto. Pero he de hacer una observación.
    ¿Crees que es correcto el término violencia “machista” cuando una mujer es agredida por un hombre?, entonces de igual forma, ¿cuando un hombre es agredido por una mujer es violencia “hembrista”?
    Pienso que es una expresión inventada más, en toda esa orgía capitaneada por los medios y el Estado para atomizar a los hombres y las mujeres y debilitarlos aun más si cabe.

  4. Asel, te pasas de bueno.
    No por proclamar la horizontalidad, el asamblearismo, o el mandato imperativo, se constituye ipso facto en anarquista. Es necesario recordar los elementos constitutivos del anarquismo que algunos olvidan, en:

    1.-la division de la sociedad en clases, y la permanente guerra de clases entre ellas.
    2.- la emancipacion del proletariado, como sujeto revolucionario y portador de un nuevo mundo, ineludible condicion para la liberacion total de la humanidad.
    3.- la abolicion de la propiedad privada.
    4.- la preminencia del colectivismo sobre el individualismo.

    etc., etc.

    Quien pretenda ser anarquista olvidando todo o en parte de ello, no es para nada heredero de tal corriente revolucionaria, en todo caso un ‘liberal radical’ que proclama aquello de la libertad individual frente al Estado, mas falso que un duro de madera, ademas de tesis muy a la moda y al servicio del capital.

    No todo lo que brilla es oro, y quiza hasta se este cumpliendo aquel presagio biblico-apocaliptico de los falsos profetas de los ultimos tiempos.
    Cuidado con los lobos. Ondo izan.

      • aselluzarraga Says:

        Me parece muy reveladora esta especie de cruzada anti-Felix que algunos llevan, y sobre todo el tipo de argumentación. Algunas defensas e interpretaciones que se hacen de determinados hechos históricos me parecen que de por sí dejan bastante claro lo que algunas personas consideran “avances” o “mejoras”. Curiosamente, coincide con la visión que la historiografía oficial mas españolista y pro-sistema “de izquierdas” lleva haciendo desde que tengo memoria -las mismas alabanzas a los mismos hechos que hacía mi profesora soriana de Historia y la misma visión sobre lo que significa la sepultada cultura campesina-. Defensa del Estado del Bienestar por parte de gente que se dice revolucionaria o incluso anarquista. Eso sí que lo empiezo a vivir por primera vez en mi vida. Entendería muchas de las críticas si provinieran de marxistas ortodoxos añorantes de la URSS, de gente que se preocupa por cuotas de poder en los parlamentos, por defender su chiringuito electoral…, pero de gente que dice hablar en nombre de una aparente ortodoxia anarquista se me hace poco menos que sospechoso, y me hace dudar sobre quiénes son los lobos, quiénes los caballos de Troya, y cuáles los intereses que se revuelven tras ese malestar. Serían buenos argumentos con base histórica rigurosa que demostrara que el Estado del Bienestar no fue empleado con notable éxito por los fascismos y que muchos de sus “avances” no tienen su origen en ellos. Para eso, hacen falta fechas: ¿en qué época se instauran sistemas como la Seguridad Social en Alemania, Italia o España? ¿Fruto de qué luchas obreras llegan esas concesiones del Estado? Datos contrastables, mejor que palabras huecas.

  5. aselluzarraga Says:

    Concuerdo, Ivan, quiza ese tema lo esta mas matizado en un articulo que publique antes, aunque lo escribi posteriormente: https://gorribeltzean.wordpress.com/2012/03/17/sobre-neo-machismos/ creo que hay agresiones de hombres a mujeres que responden a motivos machistas, asi como las hay que existena otros motivos, lo mismo que no siempre que una persona de piel blanca agrede a una de piel negra (o viceversa) es por razones racistas. La violencia existe, las agresiones tambien, y se desata por muchar razones que no se pueden simplificar en un simple factor. Pero tampoco se puede negar que ese factor existe en un buen numero de casos.

  6. aselluzarraga Says:

    Fulan, te contestaria si entendiera qué estas criticando o poniendo en duda de lo expresado en el texto y hablaras mas claro, aunque sospecho que aunque discutieramos tres meses ni tu opinion sobre las ideas y los textos de Felix (o Felix mismo) iban a cambiar ni las mias tampoco. Probablemente, tampoco sobre otros puntos. No soy muy amigo de purezas doctrinarias.
    Ondo izan

  7. Esclarecedor, y bastante bien explicado…, también pienso lo mismo en algunos aspectos.
    Saludos!!

  8. aselluzarraga Says:

    Saludos, matapuces!

  9. iker Says:

    Aupa! Atzo bukatu nuen “Comunidades sin estado en la montaña vasca” liburua eta oso interesgarria iruditu zait. Felixek komentatzen dituen gai batzuetaz hitz egiten duenez, gomendagarria iruditzen zait Felixen textuetan interesatuak zaudetenentzat (eta besteentzat ere). Itziar Madina eta Sales Santosek idatzia eta Hagin argitaletxe naparrak argitaratua da.

  10. aselluzarraga Says:

    Aupa Iker! Kriston gogoa daukat Itziar eta Salesen liburua eskuratzeko, ez dakit noiz itzuliko naizen EHtik baina iritsi orduko bilatuko dut erosteko bidea. Jakin badakit Felixek interes handia euki duela Itziar eta Salesen liburuan eta elkarrekin harremanetan daudela 😉 Oso interesgarria Hagin argitaletxearen agerpena bera, ea hurrengo urteotan material ugari dakarkigun!
    osasuna ta sakatasuna

  11. aselluzarraga Says:

    Leo esta carta recientemente escrita por Felix que por si misma da una idea bastante más completa de sus ideas que esa entresaca mezquina que se suele ver por ahí en los foros creados para combatirlo con un odio y una fijación personal que dan miedo por su carácter totalitario y su pavor a la libertad de conciencia, más aún procediendo de personas que se dicen anarquistas:
    http://es.scribd.com/doc/99684093/Carta-de-Felix-Rodrigo-Mora-a-los-amigos-de-Felix-en-Facebook
    Concretamente, respecto a esa misoginia que con una cortedad mental preocupante se le suele achacar, es interesante el apartado que dedica a las mujeres:

    “Centralidad de las mujeres

    Ahora el Estado busca robustecerse movilizando a las mujeres a su favor, y el capitalismo desea refundarse con ellas. En estas condiciones es aún más imprescindible incorporar a las féminas al proyecto de revolución integral, no como masa inconsciente o carne de cañón sino como fuerza consciente y de primera línea.Tenemos que estudiar la cuestión de la mujer hoy, para establecer las condiciones de su liberación integral, al mismo tiempo elemento motor y meta de la revolución que preconizamos. Las mujeres han de hacerse cargo de las más determinantes funciones, en lo reflexivo, volitivo, decisorio y convivencial. En todo lo concluyente ahí han de estar. Superado el victimismo y el sexismo político de uno y otro signo, y repudiada la insidia neo-misógina de las féminas tuteladas, privilegiadas y protegidas por el Estado, tenemos que entrar en un tiempo nuevo de mujeres inteligentes, autocríticas, sabias, fuertes, valerosas, afectuosas, morales, que sean por sí, se ocupen del todo y se atrevan a todo. Las mujeres sólo pueden liberarse comprometiéndose en la tarea de la liberación de la humanidad toda. Únicamente así se pondrá fin al patriarcado en todas sus formas, de las que la más letal, por feminicida, es la actual.”

    Por cierto, da qué pensar la nueva incorporaci’on de la clase militar a la “resistencia” contra los recortes y hace pensar nuevamente en quiénes son los máximos valedores del Estado de Bienestar y los motivos que los inspiran. ¿O será alguien tan naif como para pensar que el ejército es ahora “revolucionario”, como algunos pensaron cuando la marina griega pareció tomar partido en favor de lxs manifestantes o el ejército egipcio se fundió en abrazos con las gentes de la “revolución” árabe? El tiempo va poniendo a cada cual en su sitio y la casta militar, principal razón y sustento del Estado, mantiene su esencia brutal y sus intereses elitistas, que se acomodan perfectamente dentro del vaciamiento popular que supone un anestesiante Estado de Bienestar. Para saber a qué me refiero:

    http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/24855-militares-espa%C3%B1oles-rechazan-recortes-gubernamentales.html

    No en vano se debe a alguien tan “recolucionario” y proletario como el militarista Otto von Bismark la primera imposición de las bases del Estado de Bienestar para ir amortiguando cualquier intención emancipadora del pueblo alemán…

  12. Os recomiendo leer http://companotrabajes.blogspot.com.es/2012/03/del-reaccionario-felix-rodrigo-mora-y.html

    Los anarcos nunca seremos homófobos ni defensores de la familia, ni meamisas.

  13. aselluzarraga Says:

    Si he escrito el artículo es precisamente porque he leído ese tipo de críticas, además de haber leído con profunda atención todos los libros de Felíx, y es por ello que he escrito lo que he escrito, que mantengo en su totalidad. Sólo de una lectura sumamente sesgada y malintencionada en su raíz se puede ver homofobia en los textos de Félix, y más difícil aún catalogarlo de meamisas. Insultos así se desacreditan por sí mismos y demuestran que quien los arroja desde el anonimato y a través de direcciones de e-mail falsas poco tiene que aportar, además de no haber leído de quien critica más que unas manidas y parciales críticas. Se agredecerán en el futuro argumentos más allá de esos tópicos “los anarcos nunca…”. Has leído la Filosofía de la miseria de Proudhon? Léelo y luego me cuentas lo que los anarcos han sido o no han sido a lo largo de su historia. El anarquismo nunca ha sido enemigo de la familia, sino de un modelo concreto de familia patriarcal. Un poquito de profundidad. Y, como digo, quien nada tiene que ocultar no tiene por qué acudir anónimamente a “opinar” en los blogs anarquistas. Salud, supongo que compa.

  14. La mentira tiene las patas cortas. Sobre escribir o no escribir desde el anonimato, lo importante no es quién dice algo sino qué es lo que dice. Respecto a la “institución familiar” para los anarquistas, te recomiendo revises a todos los clásicos del anarquismo(1) desde Bakunin “La abolición de los Estados y del derecho jurídico implicará necesariamente la abolición de la propiedad personal hereditaria y de la familia jurídica basada sobre esta
    propiedad, porque ninguna de estas instituciones es compatible con la justicia humana.” a David Cooper, del que te recomiendo especialmente los libros titulados “La muerte de la familia” y “La gramática de la vida” o Agustín García Calvo.
    La familia es el pequeño Estado que el Estado grande utiliza para formar e instruir a sus “ciudadanos” en el principio de autoridad y domesticarlos. Saludos

    (1)Exceptuando a Proudhon, del que te recomiendo la lectura de la obra de Víctor García “El pensamiento de Proudhon” Editores Mexicanos Unidos S.A. México DF 1981, pág 247 a 258 el capítulo titulado “mujer, familia y sexo” y Tolstoi que era un meamisas.

  15. aselluzarraga Says:

    Efectivamente, la mentira tiene las patas cortas y lo que importa es lo que se dice, siendo que en tu primer comentario no habias dicho nada mas que una frase topica y generalista din demasiado contenido. En fin, no me interesan este tipo de polemicas que me parece que no aportan demasiado, sobre todo cuando se personalizan. Cada cual debe tener la suficiente libertad de conciencia para poder leer lo que desee y tomar de sus lecturas aquello que le parezca positivo. Bakunin reconcio siempre a Proudhon como el padre de todos los anarquistas, lo cual no significa que coincidiera o aprobara todo lo expresado por el frances. Supongo que, como muchos hacemos con el propio Proudhon, Bakunin, Kropotkin, Malatesta, Tolstoi… o el propio Felix, tomo de su antecesor lo que le parecio correcto y se aparto en aquello en lo que no coincidia, sin emprender una persecucion inquisitorial como la que algunos “anarcos” tienen hoy levantada contra Felix. Los modos tan manidos y topicos de descalificacion creo que califican especialmente a quienes los utilizan. Me preocupa cuando gente que se dice “anarca” intenta acallar una voz, por mas o menos de acuerdo que se pueda estar con ella, y mas cuando lo hace retorciendo las palabras y el contexto en que estas se encuentran, seleccionando de cientos de paginas frases aisladas y descontextualizadas y opacando el sentido real general de los textos en los que se encuentran. Yo no se lo que los anarcos seran o no seran, se lo que entre muchos anarcos en la historia algunos son y han sido, no pretendo abarcar la mente de todo anarco del mundo, y menos proyectar lo que estos seran en el futuro. Bastante trabajo es saber lo que yo mismo como anarco soy. Y sigo sin ver, percepcion personal que puede ser erronea, sin duda, a un homofobo o a un meamisas. Familias, insisto hay muchos modelos, y en el anarquismo tambien se han defendido modelos alternativos de familia. Defender estos creo que no es defender el Estado, sin duda el concepto principal que Felix continuamente combate, mal que a muchxs les pese, precisamente porque como mas de un autor anarquista ha defendido, pueden sostenerse modelos no patriarcales ni jerarquicos de familia, lo mismo que defender el amor y lar relaciones sentimentales no es equivalente a defender el amor heterocentrico, androcentrico y monogamico. Lo mismo que atacar a la familia tampoco es señal de una mente libertaria obligatoriamente: Platon fue el primer clasico que teorizo sobre el exterminio de la familia con la comunidad de mujeres y niños, proponiendo a cambio un sistema sumamente tiranico que anulaba cualquier posibilidad de libertad de conciencia, empezando por la apologia que hizo continuamente de la manipulacion de la conciencia de la gente para que aceptara su “suerte” siempre en bien del Estado. La desintegracion de la familia en las clases dominantes, en los guardianes de la ciudad, era su principal premisa. Ya ves que no es un concepto muy moderno precisamente y por eso hay muchas opticas desde las que se puede atacar a la familia, igual que hay muchos modelos posibles de familia y muchas opticas desde las que defender en su caso unos modelos u otros. Conozco no pocxs anarcxs que no solo aceptan la existencia de la familia, sino que han formado la suya propia segun su propio concepto de esta. Y, desde luego, la defienden. Ahora, quiza todxs esxs anarxs descubran ahora gracias a algunxs iluminadxs que su vida es un ataque al anarquismo… No soy uno de ellos, pero personalmente jamas he puesto en duda su opcion libremente asumida. Mi labor, desde luego, no es la de censor y guardian de la pureza anarquica, que, por cierto, no se donde esta ni que significa.
    Por lo demas, me remito al texto de este articulo, y que cada cual lo entienda como su juicio libre le de a entender.

  16. Pa´ ti la perra gorda, pero comparar al reaccionario Rodrigo Mora con Proudhon, Bakunin, Kropotkin, Malatesta o Tolstoi, es no tener juicio ni sentido de la proporción.
    Y sobre la cossa nostra, la institución familiar (sea esta patriarcal, matriarcal o progre-izquierdosa), recomendarte otra vez la lectura de AGUSTÍN GARCÍA CALVO, de quién sí se puede decir que fue un pensador anarquista, y que trató a lo largo de su extensa obra ampliamente el tema del anarquismo y la familia.
    No existen verdades absolutas, sólo aproximaciones a la verdad, como opinaba Sócrates y los sofistas (aunque no se a cuento de qué vienen los griegos aquí).
    ¡VIVA LA ANARQUíA!

  17. El tiempo pone a todos en su sito, hoy Prado Esteban pontifica contra el feminismo (así a lo bruto), junto a un senador del PP, una concejal de UPyD, un exjuez prevaricador ultracatólico y varios miembros de una fundación machista retrógrada. Eso lo dice todo de quienes están de acuerdo con su lamentable discurso. El enemigo es “la izquierda” y los amigotes la derecha ultramontana. Apestan Felix y Prado a ultraderechistas con oscuros intereses para dejar en ridículo el movimiento libertario y dejarlo reducido a ultrareligiosos espiritualistas misóginos, homófobos, machistas, islamófobos eurocéntricos.

    E

  18. aselluzarraga Says:

    Pasame el dato, que no lo tengo. Cuando vea exactamente a que te refieres podré opinar.

  19. aselluzarraga Says:

    Y para proximas ocasiones, no publicare mas posts anonimos. Aqui damos la cara, escribimos con nombre y apellido, nos hacemos cargo de nuestras opiniones, que por supuesto pueden enriquecerse, evolucionar y cambiar en funcion de la informacion y el devenir de la realidad, y no nos amparamos en el anonimato. Por desgracia, me ha tocado conocer ya a algun que otro infiltrado de los aparatos de inteligencia estatales que se dedican a la difamacion y el desprestigio en los ambientes disidentes para sembrar la desconfianza o desactivar personas que consideren peligrosas para el sistema, asi que, al no saber quien firma los comentarios, no se realmente el juego de quien estoy alimentando ni las intenciones que alberga, mas aun con la “credibilidad” y la chabacana manipulacion de algunas personas en sus comentarios.
    Conociendo quien opina no tengo ningun problema para publicar cualquier comentario que no incurra en puro trolleo.

  20. aselluzarraga Says:

    Pep, reconociendo que hay no pocas cosas en las que no coincido con Felix, desde luego, y que puedo estar muy equivocado en la interpretacion que hago de sus textos, como de cualquier otra cosa, coincido aun menos con la interpretacion que algunxs haceis de ellos. Me he leido casi todos sus libros, y por ninguna parte interpreto todas esas maldades que se le reprochan y con las que se le insultan. Su ataque es en todo momento al Estado y al poder, algo bien poco fascista o ultraconservador, asi de partida, y lo que hace, con mayor o menor acierto segun cada quien, es desnudar la instrumentailzacion que el poder parlamentario-militar lleva haciendo durante demasiadas decadas con todas las “banderas” del izquierdismo. Un ejercicio a mi parecer muy sano. Es curioso que muchxs perciban sin problema en que han convertido los poderes a los sindicatos oficiales, en que han convertido o que ha sido desde su origen la prensa oficial, como se vacia de contenido el ecologismo a traves del capitalismo verde, que son desde su origen la escuela y la universidad como lugares de adoctrinamiento, como se usan las ONGs de parachoques para paliar ligeramente los destrozos sociales del capitalismo, sobre todo en el sur global…, todos ellos puntos que Felix desnuda continuamente, aunque a muchx izquierdista acostumbrado a vivir de los parabienes del Estado le duela que ello se destape. Sin embargo, no creo que quien critica al amarillismo sindical sea un enemigo de la clase obrera, que quien critica a la prensa sea enemigo de la libertad de expresion, que quien no traga el ecologismo estatal y el capitalismo verde sea un enemigo del planeta y de la naturaleza, que quien critica la escuela y la universidad como tradicionalmente se ha hecho desde el anarquismo se oponga al saber libre individual y colectivo… Por eso mismo, tampoco me parece que quienes desnudan la instrumentalizacion y el vaciamiento y cooptacion de la justa y necesaria lucha por la igualdad de generos, por la no menos justa y necesaria liberacion del colectivo gay-lesbiana-trans, o por la igualmente imprescindible eliminacion de toda discriminacion racial, entre otras muchas luchas en si mismas justas, esten por ello atacando a la mujer, al colectivo gay-lesbiana-trans o a aquellas razas discriminadas. Mas bien creo, y asi lo leo en Felix, aunque quiza mi capacidad lectora e interpretativa sea muy reducida, que quienes hacen esas criticas intentan quitar el lastre estatizador de esas luchas, y empujarlas para que no pierdan su potencial revolucionario, engarzadas en una revolucion integral y no parcelaria. Porque de hecho, el sistema ha conseguido crear un discurso bienpensante y vaciado de toda capacidad revolucionaria en torno a todas esas reivindicaciones y luchas, y lo utiliza para crear division y alejarlas de su potencial subversivo. Para el Estado, el Capital y el Patriarcado todas esas luchas estan bien si suponen mayor legitimacion de la ideologia inculcada por ese trio y sobre todo si abre nuevos mercados de consumo y consigue convertir a todo ser humano en un posible objeto de explotacion laboral, economica y politica.
    Asi, en las criticas a Felix se leen comentarios que dan 180° la vuelta al sentido que sus palabras tienen dentro de sus textos, o asi me lo parece a mi al menos. Veo cosas tan alucinantes en foros como indymedia EH, como que alguien use una frase aislada de Felix para que enseguida el lectorado abertzale pase a tacharlo de españolista anti-vasco. La gente es asi de ingenua y habla y escribe con esa falta de rigor y de espiritu de investigacion. A quienes caen en esa trampa no se les ocurre leer el texto entero, porque descubririan que los ataques de Felix se dirigen continuamente contra la unidad de España y que utiliza continuamente ese nombre entrecomillado, “España”, porque no cree en tal realidad uniformizadora. Por el contrario, siempre elogia las realidades que se salen de ese mapa impuesto, especificamente la gallega, la vasca, la catalana y la canaria. Pero no importa que siempre defienda la historia y la identidad vascas y ataque la idea de España, algun iluminado sin escrupulos ya ha conseguido que una serie de abertzales irreflexivxs muerdan el anzuelo y crucifiquen a Felix por unas ideas que nunca ha tenido.
    Eso mismo pasa con todo ese tema de meamisas, comebiblias, y demas sandeces. Felix en mas de una ocasion se ha declarado no creyente, lo cual no es incompatible con estudiar ciertas manifestaciones medievales comunales que fueron emancipadoras a cierto nivel, con todos los peros que se les quiera poner, basandose en una interpretacion del cristianismo primitivo, o las expresiones sobre la vida diaria popular a traves del arte en algunas iglesias, mostrando el caracter transgresor y subversivo que algunos artistas conseguian colar y camuflar en ellas, en contra de la doctrina eclesiastica. Creo que existe una novela por ahi, llamada “Q” si no me equivoco, de inspiracion anarquista, que habla un poquito de las resistencias populares al poder en la edad media, en esa misma linea. Seran los autores de “Q” meamisas?
    Me alucina leer por ahi gente que se dice anarquista y que ensalza la espeluznante Constitucion de 1812, rodillo aculturizador cuyo espiritu sufrieron en muchos lugares de la peninsula, como en euskal herriak. Anarquistas ensalzando una Constitucion parlamentaria! Parece que todo vale hoy en dia… Y por desnudar la terrible ideologia liberal, fruto de la cual estamos hoy en la sociedad Estatal-Capitalista en la que estamos, se le acusa a Felix de carlista y retrogrado. El mismo discurso que alimentaba nuestra profesora de Historia “progre” ultra-españolista, casualmente. Osea, el discurso oficial de los libros de texto que se arrastrasn desde el franquismo, utilizado para tachar a quien tiene una interpretacion contraria de facha… Pertenezco a una tierra donde todo aquel que queria oponerse al desmantelamiento de sus ultimos vestigios de libertades, consagradas en sus fueros, y que permitian aun, por ejemplo, no ser incorporado por la fuerza al ejercito o seguir celebrando asambleas o concejos abiertos y libres en sus pueblos, no sometidos (al menos en el papel) al poder real casetllano, o que las tierras comunales siguieran siendo eso, comunales, y no privadas o Estatales, se unio a las filas carlistas. No porque le importara un carajo quien fuera rey de Castilla, sino porque habian conseguido que al menos se comprometiera a respetar su regimen de libertades, mucho mas cercano a un sistema asambleario libertario, desde luego, que el parlamentarismo burgues liberal que lo aniquilo.
    Se agitan palabras con una facilidad pasmosa, que claro, asustan a cualquiera. Y asi tenemos incluso anarquistas defensores del islam!!!! Resulta que cualquiera que ponga en entredicho el falso anticlericalismo de una parte de la izquierda, que no tiene empacho en insultar a la Iglesia (insultos en los que personalmente coincido) mientras a la vez pacta con ella y le sigue permitiendo mantener un poder factico real, pasa a ser meamisas, y a quienes defienden una religion igual de totalitaria, igual de misogina, cuando no mucho mas a dia de hoy, se les considera dignos anarquistas! Y son los mismos que tachan de machista y misogino a Felix los que ensalzan la superioridad del Islam frente al cristianismo! Va a resultar que imponer el burka va a ser un acto liberador… Asi que, cuando alguien como Felix denuncia que los ataques imperialistas contra los paises arabes estan siendo utilizados para que la izquierda se sume irreflexivamente a la defensa de una religion totalitaria, pasa a ser un islamofobico, y claro, la islamofobia no esta permitida pero la cristianofobia es obligatoria entre lxs anarquistas de hoy, al parecer. El islam es una religion tan totalitaria como el cristianismo y el judaismo, con los que, ademas, comparte libros, y es que poco saben del Islam quienes por ahi comparan el Coran y la Biblia, para comparar lo superior que es una religion frente a la otra, cuando el Islam reconoce tambien esa tradicon anterior, es decir, reconoce la propia Biblia de la cual proviene, como una de sus fuentes y uno de sus libros sagrados, aunque su libro sagrado principal sea el Coran, y concretamente el Antiguo Testamento es compartido por las tres religiones judeo-cristiano-musulmanas.
    Se llega a leer por ahi que incluso Felix es enemigo del asamblearismo. Eso es ya el no va mas del delirio. Toda la teoria de Felix se basa precisamente en la creacion de asambleas omnisoberanas, como las llama el, autofederadas, sin estructura estatal alguna como unidad principal del autogobierno comunitario y de organizacion del apoyo mutuo, y resulta que ahora alguien descubre de una frase que de lo que habla es precisamente de que el sistema adoctrinador actual ha pretendido historicamente, y casi lo ha conseguido, eliminar del pueblo la capacidad y la costumbre de autogobernarse en asamblea, y que lo denuncia precisamente para emprender una revolucion que nos lleve a un sistema asambleario antes de que sea demasiado tarde, alguien descubre, digo, que esa frase es anti-asamblearia!
    Tambien se habla de la supuesta recomendacion que hace de leer a Adam Smith. En fin. Creo que hay que leer de todo, ahora mismo estoy con Leviatan de Hobbes, la mas vomitiva apologia del absolutismo y del poder divino, y la recomiendo, porque de todo se aprende, sobre todo es bueno aprender las bases del pensamiento del enemigo y esas apologias de Dios lo vacunan a uno de por vida contra cualquier tentacion de creer en el. Felix, si la memoria no me falla, en mas de una ocasion hace mierda a Adam Smith y su ideologia, aunque eso no quita para que sea capaz de encontrar en su libro alguna frase lucida o que le parezca interesante que se conozca precisamente para ser conscientes de cuales son las bases ideologicas fundacionales del capitalismo. Creo personalmente que es util. Leer solo aquellxs autorxs con lxs que estamos ya a priori de acuerdo puede ser bastante limitador. A mi personalmente, para hacer mierda a lxs vendebiblias que a veces tocan mi puerta, me ha venido estupendamente haberme leido la Biblia, aunque la tenga ya bastante olvidada. Normalmente registro y guardo solo lo que considero util. Pero a priori no rechazo ninguna lectura. Tengo la sensacion de que muchas de las personas que se suman con tanta facilidad a las criticas a Felix no destacan por haber leido su obra, precisamente. Primero lee, con la mayor amplitud posible y el menor grado de prejuicio, y luego interpreta por ti mismo. No te lo digo a ti, sino a cualquiera que se base para criticar a Felix o a cualquiera solo en lo que por ahi ha leido, escuchado o creido oir que dicen que dijo, escribio o quiza se le ocurrio pensar…
    En cuanto a la familia, Pep, mi mencion a los clasicos tenia un fin que me parecia claro: la familia ha sido atacada y defendida desde muchos puntos de vista. El ataque al concepto de familia mas antiguo que yo he leido, seguro que no el mas antiguo que existe, es, como te decia, de Platon, y no atacaba a la familia pensando en crear un sistema libre, asambleario y anti-estatal, sino precisamente para crear el Estado perfecto, antitesis de la democracia y de cualquier horizontalidad, militarizado al maximo, donde todo fuera propiedad del Estado, porque en ese contexto veia que la familia era un escollo para moldear la clase dominante que el deseaba, y para modelar esa clase propugnaba el comunismo de mujeres e hijos. Tambien se puede recordar que han existido epocas de la historia occidental en las que a las clases esclavizadas se les negaba el derecho a formar familia, que era privilegio de las clases propietarias y dominantes, porque se temia que los lazos familiares pudieran ser subversivos y dar fuerza a la clase explotada, ademas de que se tenia un concepto de familia ligado a la herencia y lxs esclavxs, obviamente, nada tenian que heredar mas que esclavitud y miseria. Por tanto, la familia ha sido atacada tanto por su potencial subversivo y cohesionador de la clase explotada, como por su potencial jerarquizador y reproductor de la logica estatal. Y ha sido defendida igualmente en base a ambas visiones. Creo que existen argumentos para atacar cierto concepto de familia cerrado y concreto desde el anarquismo, como pueden existir argumentos en favor de otros modelos de familia como pilares de la construccion de contra- o anti-poder desde el anarquismo. Yo no he “creado” familia, aunque reconozco ser parte de la que me une a mi madre y mi padre, mi hermana, mis tias y tios, primas y primos… Por otro lado, tengo muchas amistades anarquistas que han “creado” su familia, tienen pareja u otras formas de relacion, hijas e hijos, y continuan su lucha revolucionaria, utilizando esos lazos de amor, afecto y apoyo mutuo familiar como base emocional y convivencial para su lucha. Por ello, creo que la cuestion no es ciegamente atacar o defender la familia, sino entender que modelo se ataca o se defiende y por que, con que argumentos.
    Son todos ellos temas muy complejos y es obvio que cualquier frase que se escriba sobre ellos puede ser descontextualizada, malinterpretada o utilizada como arma arrojadiza. Ahora, creo que entre personas que nos decimos anarquistas el nivel de debate tendria que ser mucho mas honesto y menos dogmatico y doctrinario y, sobre todo, manipulativo. Hay cosas que se leen por ahi (muchas precisamente en ese enlace que te agradezco que compartieras, porque es muy ilustrativo) que dicen mucho sobre quienes las escriben, su talante, y su nivel etico. Divide y venceras, miente que algo queda, difama y tergiversa, que algo sacaras, eso es, por desgracia una parte de lo que por ahi se trasluce, y es muy triste que ese sea el nivel de reflexion y de argumentacion de gente que se dice anarquista y revolucionaria.
    Sigo creyendo en la libertad de expresion y de conciencia y, por tanto, que cada unx debe ser capaz de leer por si mismo, como persona adulta y dueña de su razon y sus sentidos, cualquier texto escrito por cualquiera, sin prejuicios y sin orientaciones sesgadas previas.
    Respecto a Prado, -esto para “asi son”, si es que no sois la misma persona-, conozco mucho menos su obra, aunque he leido algunas cosas interesantes y hago una interpretacion distinta de lo leido, pudiendo coincidir algo o mucho en unas cosas y nada en otras. Sobre a su participacion en ese foro, en principio nada halagüeño, antes de opinar necesitaria conocer el contenido de su charla y su intencion a la hora de aceptar acudir a un lugar y con una compañia para mi tan espantosa. Prefiero opinar (que no juzgar) con informacion en mano y no prejuzgar a falta de ella.

  21. djembe Says:

    (Siento no poder escribirte en euskera) Yo también le conozco y comparto muchas cosas que dices, pero no crees que a veces le damos a sus textos lo que nos gustaría que dijeran y no lo que dicen? En cuanto a los texto sobre feminismo (jamás dice feminismos o feminismo de estado que es lo que a ti y a mi creo que nos gustaría ver) hay tales afirmaciones que no pueden ser defendidas a ninguna costa…y lo peor es que hoy releyendo sus textos con amigos, no aportan nada a la emancipación de la humanidad, lo último que a hecho lo único que hace es alejarle de sus lectores (como era yo). Lo siento, pero esto es así a día de hoy, hay tantas cosas que leer (por ejemplo tu blog, no tengo problema alguno) que prefiero ya no leer a Félix.

  22. aselluzarraga Says:

    Como tu lo expresas me parece mucho mas entendible y respetable, porque manifiestas tus diferencias con las ideas de un autor de una forma respetuosa. Como te digo, y como he escrito en el articulo de arriba, yo tampoco comparto todo lo que Felix dice y muchas veces tambien siento que la forma o el tono en que expresa sus ideas alejan al lector, y desde luego algunas frases tal cual aparecen, sin matizaciones, me parecen indefendibles, desde mi forma de entender las cosas. De hecho, he hablado con el de eso y siempre se ha mostrado receptivo y respetuoso a las criticas o abierto a la discusion. Tal vez la interpretacion que hago de sus palabras, mas que de lo que me gustaria que dijera, parte de las conversaciones que he tenido personalmente con el, tanto por mail como en persona, que me han permitido entender un Felix distinto del que a veces su tono puede mostrar. Entiendo que se preste para otras interpretaciones, pero me preocupa mucho el tono en el que se le ataca y sobre todo la manipulacion que se realiza desde ciertos sectores en esos ataques. Como digo, que se critiquen sus textos o sus ideas desde la confrontacion de argumentos y el respeto me parece no solo sano sino necesario, algo propio de la actitud vital anarquista frente a cualquier realidad. Yo mismo aprendo mucho y le doy muchas vueltas a mis ideas o a la mayor o menor fortuna a la hora de expresarlas a traves de la critica que puedo recibir y que de hecho recibo. Entiendo el leer a Felix o no leerlo como un acto de libertad, y todxs tenemos pleno derecho a elegir que nos aporta mas o menos o en que lecturas empleamos nuestro tiempo. De ahi a hacer como hacen otrxs, pedir o casi exigir un veto en cualquier espacio libertario de una persona concreta por la diferencia de ideas, o a pedir que nadie lea los libros de un autor dando una vision sesgada que pretende limitar la libre lectura e interpretacion de sus textos… Y la argumentacion que amenudo se utliza en su contra con un hedor socialdemocrata por no decir directamente sociolisto, enmascarado de pretendido anarquismo, cuando lo que pone nervioso a mas de unx es el desenmascaramiento que hace de la estrategia de desactivacion revolucionaria del PSOE… Algun dia saldra a la luz que mentes pensantes hay realmente detras de toda esta “polemica” y mas de unx se dara cuenta de para quienes ha estado haciendo el trabajo sucio.
    Agradezco sinceramente el tono de tu comentario, que abre las puertas a una discusion honesta mucho mas profunda e interesante que los habituales exabruptos de otras personas, y a traves de la cual se puede avanzar en ver que ideas nos son utiles y nos pueden acercar a una posicion vital de etica revolucionaria y cuales pueden resultar un obstaculo en ese camino, partiendo desde la base de que nuestros mismos planteamientos o puntos de partida pueden ser tan parciales o erroneos como los de cualquier otra persona, y presuponiendo la buena voluntad en todas las personas que con mayor o menor acierto, con mayor o menor afinidad con nosotrxs, buscan las vias y las bases teoricas o practicas para esa sociedad soñada.
    Salud y libertad! Osasuna ta askatasuna!

  23. aselluzarraga Says:

    Precisa y cuidadosa respuesta a las criticas anonimas que por ahi se difunden y a los habituales puntos de manipulacion sobre los escritos de Felix. No es larga pero merece leerse completa:
    http://es.scribd.com/doc/111251095/Respuesta-a-El-Giro-Escatologico

  24. aselluzarraga Says:

    yomismo, he aplicado la regla de la que ya adverti, pero sobre todo me parece que tus comentarios parten de una base dogmatica que a priori da por sentada la opinion que tu crees que tengo sobre la division entre anarquismo social e individual. Tengo mi propia opinion al respecto que desde luego no entra, sospecho, en tu cuadriculada forma de entender el anarquismo. Si un dia quieres discutir conmigo sobre lo que yo opino del anarquismo individualista, podemos hacerlo sabiendo quien habla con quien, no tengo ningun problema. Atribuir actitudes o deseos a otras personas sin tener la mas minima idea de la realidad me parece un acto de imposicion, intolerancia y totalitarismo que no parece en nada respetar a las personas como individualidades unicas con ideas propias, a pesar de ese individualismo anarquista del que tanto haces gala. Cuando quieras contrastar puntos de vista lo haremos desde el respeto mutuo y sin prejuicios. Al menos asi lo hare yo, tu eres libre de escoger una vision carente de respeto ajeno y prejuiciosa, si te hace sentir mejor.
    Por otro lado, es obvio que tu sabes (o crees saber, porque demuestras alto desconocimiento sobre la persona a la que te diriges) a quien hablas, mientras que yo, por tu anonimato, no tengo ni idea de a quien respondo, lo cual crea de partida una relacion asimetrica. Eres libre de optar por el anonimato, y yo soy libre, al moderar los comentarios, de publicarlo o no en este blog. Tambien eres libre de seguir leyendo o no esta web, cada cual sabe a que dedica su tiempo.
    Respecto a la homofobia sobre la que hablas en el caso de Felix, me quedo simplemente con las palabras del propio Felix, creo que son la mejor muestra de lo que piensa sobre el tema:

    “Terminada la exposición de lo más notable del libro paso a explicar mi ideario, en buena medida diferenciado del preconizado por el texto que analizamos. Lesbianas y homosexuales tienen, como exige la justicia natural, toda la legitimidad para vivir su afectividad y sexualidad con plena libertad, sin sufrir ninguna discriminación o marginación. Si desean contraer matrimonio en vez de quedarse en el amor libre deben poder hacerlo sin limitaciones. Hay que terminar con lo que queda de homofobia y se debe condenar con fuerza la persecución criminal que los gays padecen en la mayoría de los países islámicos, los sometidos al fascismo clerical, en el África negra (aquí el racismo antiblanco, ahora en ascenso, arguye que el lesbianismo y la homosexualidad son “vicios” introducidos por los blancos, por tanto perseguibles) y en varios de Latinoamérica, Cuba “socialista” también. El odio irracional de las elites clericales de varias religiones contra la homosexualidad y el lesbianismo ha de desaparecer. Las personas de orientación heterosexual, mujeres y varones, tenemos que contemplar con gran afecto y simpatía a lesbianas y homosexuales, considerándolos ante todo como seres humanos. Con ellas y ellos no cabe discriminación negativa. Tampoco discriminación positiva, sólo igualdad rigurosa.”

    “Los seres humanos han de poder escoger y vivir lo libidinal de manera razonablemente libre, sin estar sometidos a campañas de aleccionamiento, manipulación, orientación coercitiva desde arriba o ingeniería social. Cada cual ha de escoger qué sexo prefiere, hetero u homo, con libertad. Hay que rechazar toda forma de biopolítica, de injerencia del Estado o las religiones en la vida sexual de las personas, sea en una dirección o en otra. ”

    Explicado esto, no tendre problema en que aqui se muestren opiniones divergentes expresadas desde el respeto y que me permitan saber quien se dirige a mi y a quien dirigirme yo. Si no vuelves a leer que se le va a hacer, tampoco me va la vida en ello.

    Salud y anarquia, como prefieras entender esta segunda.

  25. aselluzarraga Says:

    creo que este analis de la obra fundamental de felix es una buena forma de analizar su pensamiento y su trabajo, señalando tanto sus luces como sus sombras:
    http://grupotortuga.com/Resena-y-analisis-de-La-Democracia

  26. Enhorabuena por la crítica. Hace un par de meses escribí la mía también, aunque en mi caso fue fundamentalmente negativa, es decir, me centré en los desacuerdos dado que los considero más relevantes que los acuerdos (a veces lo malo de un autor nos parece tan malo que puede echar a perder lo bueno). Las ideas que todavía comparto con él también están en otros autores (crítica al Progreso y al industrialismo, por ejemplo) así que, echas todas las cuentas, teniendo en cuenta los pros y los contras, su obra ya no me parece tan crucial como me lo parecía al principio, allá por 2013. Te dejo el link por si te pica la curiosidad 😉

    http://losmonostambiencuran.blogspot.com.es/2015/01/hasta-que-punto-es-sexista-la-obra-de.html

    Un saludo!

  27. aselluzarraga Says:

    Gracias Hugo, habia leido tu critica y me habia parecido interesante y pormenorizada, coincido en los puntos positivos que destacas de ella, asi como en algunos negativos. Personalmente no soy dado a la critica -en ocasiones he hecho comentarios personales sobre libros en euskera, pero sin la pretension de una critica-, y en este caso, vistas las barbaridades que se llegan a decir sobre felix, las tergiversaciones, mentiras y argumentos incluso sorprendentes por parte de gente que se dice anarquista -algo que felix no hace de si mismo-, me parecia necesario hacer un repaso sobre esos ataques personales, que no criticas, que estaba recibiendo, porque mi interpretacion sobre todo lo que le he leido, escuchado y hablado personalmente con el no puede estar mas lejos de toda esa mala baba que se gastan en su contra. por eso no me he centrado en los desacuerdoso criticas negativas, aunque ya he apuntado que no coincido con todo lo que dice, ni mucho menos, y que en ocasiones su tono tambien se me hace algo molesto, aun cuando suelta verdades como puños.
    a mi su obra y su tenacidad por no dejarse intimidar y seguir adelante con sus investigaciones y dando sus opiniones de aquello que considera necesario me siguen pareciendo valores valiosos. mas aun cuando cada vez se percibe mas un anarquismo condescendiente con ciertos poderes estatales y su labor en ciertas funciones asumidas por el estado.
    salud y anarquia!

  28. Gracias por la respuesta.

    Un abrazo y a seguir bien.

  29. aselluzarraga Says:

    Gracias a ti, abrazo!

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